UNIVERSIDAD NACIONAL DE LANÚS
DEPARTAMENTO DE SALUD COMUNITARIA
TRABAJO FINAL DE INVESTIGACIÓN
LICENCIATURA EN NUTRICIÓN
➢ “Aspectos alimentario-nutricionales en mujeres diagnosticadas con
infertilidad”
➢ Estudiante: Trotta, Camila Denise
➢ Docentes: Dra. Wallinger, Marina – Esp. Vilas, María José – Esp.
Adrián Cabrera
1
Agradecimientos
A la enseñanza pública y gratuita de la Universidad Nacional de Lanús y al equipo de
trabajo del Departamento de Salud Comunitaria, quienes me formaron como profesional
y como persona, brindando sus conocimientos, apoyo y contención a lo largo de la
carrera.
A los tutores del presente trabajo por su enseñanza, disposición y paciencia.
A las amigas que me dio la universidad y en especial a mi familia por su
acompañamiento y apoyo en estos años.
2
Introducción
3
La infertilidad es un problema de salud mundial que afecta a millones de personas en
edad de procrear en todo el mundo. Los datos disponibles indican que entre 48 millones
de parejas y 186 millones de personas tienen infertilidad en todo el mundo. Se trata de
una enfermedad del sistema reproductivo masculino o femenino que consiste en la
imposibilidad de conseguir un embarazo después de 12 meses o más de relaciones
sexuales habituales sin protección 1
.
La infertilidad puede deberse a factores masculinos, femeninos, a una combinación de
ambos o ser idiopática. En todo caso, tanto en las mujeres como en los hombres, los
factores ambientales y de estilo de vida —como el tabaquismo, el consumo excesivo de
alcohol, la obesidad y la exposición a los contaminantes ambientales— se han asociado
con menores tasas de fecundidad 1
.
A pesar de los avances en el conocimiento de la fertilidad femenina y salud reproductiva,
no se ha podido establecer un modelo que comprenda la etiología y fisiopatología de la
infertilidad de la mujer, aunque se supone una base genética y de factores ambientales,
dentro de los cuales el estado nutricional y la alimentación juegan un importante papel
en ciertos tipos de infertilidad. En base al diagnóstico de infertilidad y la gravedad, se
suelen iniciar los tratamientos convencionales según cada situación. Los tratamientos
pueden ser de baja complejidad (inducción de la ovulación, coito programado,
inseminación intrauterina) o de alta complejidad (fecundación in vitro e inyección
intracitoplasmática).
No obstante, un aspecto poco indagado ha sido el de los tratamientos alimentarionutricionales, los cuales apuntan a la mantención de un peso saludable (IMC entre 19 y
25), la suplementación (de vitaminas, ácidos grasos, minerales, otros antioxidantes y
agentes insulino-sensibilizadores no farmacológicos), eliminación o restricción (alcohol,
cafeína, pesticidas, metales pesados contenidos en los alimentos) e implementación de
4
dietas (mediterránea, de bajo índice y carga glucémica, “patrón saludable”)
argumentando la influencia que estos tratamientos pueden tener en la mejora de la
fertilidad. De acuerdo con la evidencia científica publicada, existen posturas variadas y
poco concluyentes entre los resultados obtenidos en los documentos científicos
relevados, esto se podría deber a la implementación de distintos diseños metodológicos
(cohorte, casos y controles, experimentales), diferencias en la población y muestra
(características, número de participantes, lugar de residencia), abordaje teórico y tipo
de aspecto alimentario evaluado, el instrumento de recolección de datos, instrumentos
específicos para el diagnóstico y seguimiento exhaustivo de la fertilidad, los
procedimientos realizados, el objetivo del estudio y el tiempo de intervención empleado
de la terapia alimentaria-nutricional. En base a lo expuesto, los diversos aspectos
teórico-metodológicos mencionados obstaculizan el proceso de investigación en el área
de la infertilidad femenina.
De lo anterior se desprende la necesidad de realizar una construcción del estado de
conocimiento actual sobre dicha temática en el campo de la salud, particularmente a
nivel nutricional, teniendo como objetivo principal indagar sobre los distintos aspectos
alimentario-nutricionales destinados al tratamiento de la infertilidad femenina. Para ello,
se realizará un análisis minucioso de cada documento científico, de manera tal que
servirá el aporte al conocimiento científico.
El ejercicio de los Licenciados y Licenciadas en Nutrición requiere del conocimiento
actualizado de las distintas terapias alimentarias-nutricionales. En este sentido,
mediante el presente trabajo se pretende aportar información oportuna para contribuir
al tratamiento nutricional de la infertilidad femenina.
.
5
Problema de investigación
6
Problema principal:
¿Cuáles son los fundamentos teóricos metodológicos de los estudios científicos que
analizan los distintos aspectos alimentario-nutricionales para la mejora de la salud
reproductiva en mujeres diagnosticadas con infertilidad?
¿Cuál es el grado de efectividad e impacto de cada aspecto analizado?
Problemas secundarios:
1. ¿Cómo abordan conceptualmente la infertilidad las investigaciones científicas
relevadas?
2. ¿Qué variables son asociadas a la infertilidad en la literatura científica examinada?
3. ¿Qué aspecto alimentario es estudiado en relación con la infertilidad en los artículos
analizados?
4. ¿Cómo abordan teóricamente cada uno de los aspectos alimentario-nutricionales
estudiados el efecto sobre la fertilidad en los artículos analizados?
5. ¿Cuáles son los lineamientos metodológicos de cada investigación científica
analizada?
6. ¿Cuáles son las principales limitaciones y resultados de cada investigación científica
relevada y analizada?
7. En un segundo corpus: ¿Qué recomendaciones alimentarias se sugieren aplicar como
parte del tratamiento en las Guías Oficiales de Fertilidad de los países que conforman
América del Sur?
7
Relevancia social e intra científica
8
Existe una variedad de estudios que analizan las distintas estrategias alimentariasnutricionales aplicadas a la infertilidad femenina, pero aún falta profundizar en el área 2-
5
. Hasta el momento, no se ha encontrado un estudio de revisión bibliográfica o de
estado del conocimiento actual sobre las estrategias alimentarias-nutricionales y sus
efectos sobre la infertilidad femenina, que tengan como objetivo un minucioso análisis
teórico metodológico como se propone en el presente estudio.
En Argentina, la Ley 26.862 6 de técnicas de reproducción asistida establece que toda
persona, tenga obra social, prepaga o se atienda en el sistema público de salud, puede
acceder de forma gratuita e igualitaria a las técnicas y procedimientos realizados con
asistencia médica para lograr el embarazo. A nivel mundial, la Declaración Universal de
los Derechos Humanos establece que todas las personas tienen derecho a elegir
cuándo tener hijos, con qué intervalo entre uno y otro, el número de hijos, y a recibir
atención gratuita e integral de la salud sexual y reproductiva 7
.
La infertilidad queda incluida en las leyes de nuestro país y la salud reproductiva es un
derecho universal, pero no existe política pública específica para esta condición.
El conocimiento sobre el efecto de la alimentación en el tratamiento de la infertilidad
comprende la necesidad como profesionales de salud de interiorizarnos en el uso de las
mismas, en el marco de un equipo interdisciplinario y como herramienta adicional al
tratamiento propuesto. La información recolectada con su posterior análisis será un
punto clave para el desarrollo de futuras investigaciones en el tema, considerando que
la infertilidad es un padecimiento complejo y con alto impacto emocional en la vida de
las personas, y de interés en el campo de la salud por su incremento a través de los
años 8, 9
.
9
A su vez, se pretende contribuir en la producción de conocimiento para la toma de
decisiones de los Licenciados y Licenciadas en Nutrición y los profesionales de salud
especializados en salud reproductiva.
Marco teórico
11
1. Infertilidad femenina y sus causales
La Organización Mundial de la Salud define la infertilidad como la imposibilidad de
concebir un embarazo luego de un año de coitos vaginales regulares sin el uso de
métodos anticonceptivos 1
. Se considera regular mantener relaciones sexuales con una
frecuencia de 2 o 3 veces por semana. Se denomina infertilidad primaria cuando las
personas que buscan un embarazo nunca lograron el mismo, y secundaria si existen
antecedentes de embarazos previos. Se considera subfertilidad cuando existe una
disminución en la tasa de fecundidad por ciclo 1
.
Asimismo, según el Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados
Unidos, se padece de infertilidad cuando la mujer tiene más de 35 años y lleva 6 meses
o más de relaciones sexuales sin protección en búsqueda de embarazo 10
.
Se estima que la infertilidad afecta entre el 8% y 12% de las parejas en edad
reproductiva en todo el mundo, y cerca del 17% de las parejas en países industrializados
11; con importantes implicaciones psicológicas, físicas y económicas para la pareja y con
un impacto negativo en la calidad de su vida 9
.
Dentro de los principales factores causales de infertilidad femenina se encuentran 12:
1) Factor endócrino-ovárico u ovulatorio. Incluye aquellos trastornos que producen
alteraciones de la ovulación, incluso la anovulación.
2) Factor tubo-peritoneal. Comprende las alteraciones en la estructura y la función
de las Trompas de Falopio y su entorno.
3) Factor uterino. Puede deberse a sinequias uterinas, malformaciones, miomas
uterinos y/o pólipos endometriales.
12
4) Factor cervical. Comprende las alteraciones del moco cervical que puedan
afectar la interacción con los espermatozoides, ciertas infecciones de trasmisión
sexual, pólipos o miomas cervicales, entre otros.
5) Infertilidad idiopática o de causa desconocida. Se presenta en las mujeres con
infertilidad en las que las investigaciones estándar no han podido detectar
ninguna anomalía grave 11
.
Más allá de las situaciones mencionadas que limitan la capacidad reproductiva femenina
de forma absoluta, existen otras situaciones que pueden disminuirla sin anularla por
completo 12,. Muchas de ellas forman parte del estilo de vida y los hábitos o
características personales. A continuación se detallan:
A) Edad avanzada
A medida que aumenta la edad de la mujer disminuye su fertilidad: va descendiendo
gradualmente a partir de los 30, en forma más marcada a partir de los 37-38 años y cae
notablemente después de los 40 13, 14
.
B) Sobrepeso y obesidad
La obesidad es un problema de salud crónico, complejo y heterogéneo. Se caracteriza
por un aumento de peso ligado fundamentalmente a la grasa corporal, cuya magnitud y
distribución condicionan la salud de la persona, generando un riesgo relativo mayor a
padecer múltiples enfermedades y dificultades en la reproducción y fertilidad 15. Se
estima que, en mujeres de la misma edad, la incidencia de infertilidad es hasta tres
veces mayor en aquellas que padecen obesidad, siendo la obesidad central la de peor
pronóstico 16, 17
.
El exceso de grasa corporal y el consumo de dietas altas en energía genera un aumento
de las concentraciones de leptina sérica, lo que origina alteraciones en el eje hipotálamo-
13
hipófisis-ovario y, en consecuencia, produce aumento de las concentraciones de
testosterona y la disminución de progesterona en las mujeres. El aumento de la
producción de estrógenos por parte de las células grasas y los órganos sexuales que
ocurren en un estado de sobrepeso/obesidad limita las posibilidades de concepción 16,
17, 18
.
La obesidad se relaciona frecuentemente con alteraciones del metabolismo de la
glucosa, especialmente insulino-resistencia (IR) 12. A su vez, esta condición de IR
predispone en las mujeres al padecimiento de Síndrome de Ovario Poliquístico (SOP).
El SOP es la causa más frecuente de anovulación, trastornos menstruales e
hiperandrogenismo, con una prevalencia de un 5-10% en mujeres en edad reproductiva
12. La hiperinsulinemia potencia el exceso de biosíntesis de andrógenos y lípidos de las
células de la teca de los ovarios, y contribuye a disminuir la concentración de globulina
transportadora de hormonas sexuales, lo que tiene un impacto negativo en la ovulación
y origina el hirsutismo, la oligomenorrea, el acné, la relación cintura/cadera aumentada
y la anovulación crónica e infertilidad secundaria. Los efectos en el endometrio se
observan en forma más tardía y son la proliferación celular, tanto de las células
endometriales como del músculo uterino 19, 20
.
La primera opción terapéutica para las personas que además de infertilidad presentan
sobrepeso u obesidad, o con IR, es la modificación del estilo de vida, fundamentalmente
en relación a una dieta equilibrada y la realización de ejercicio frecuente 12. Para mujeres
con IR puede resultar útil también la utilización de agentes insulinosensibilizadores,
especialmente la metformina, ya que restablecería los ciclos menstruales y en muchos
casos induce la ovulación 21. Cuanto más temprano pueda establecerse el diagnóstico
y se inicie el tratamiento a largo plazo, mejor será el pronóstico reproductivo y metabólico
12
.
14
C) Bajo peso
En las mujeres, el bajo peso o desnutrición, los trastornos alimentarios, el seguimiento
de dietas insuficientes en energía y/o nutrientes y el exceso de ejercicio físico se asocian
a la supresión de la actividad ovárica por alteraciones neuroendocrinas, principalmente
hipotalámicas. De esta manera pueden presentarse períodos anovulatorios, amenorrea,
fases lúteas cortas y/o ausentes que impactan negativamente en la fertilidad 17, 22
.
Para que la persona reanude sus ciclos ovulatorios, es necesario alcanzar el nivel
mínimo de grasa corporal, que es aproximadamente del 20% 22. Para esto es necesario
trabajar con la persona el acceso a alimentos, la calidad de los mismos e indagar si
existen trastornos de la conducta alimentaria. En estos casos, es importante el
acompañamiento psicológico especializado 22
.
D) Tabaquismo, alcohol, drogas y tóxicos ambientales
Los diferentes químicos presentes en el humo del tabaco están implicados en
mecanismos que comprometen la fertilidad, tanto a nivel ovárico como tubárico y uterino
23
.
El consumo excesivo de alcohol ha sido asociado en la mujer a alteración en la
maduración ovocitaria y en la absorción de nutrientes, con las consecuentes
alteraciones en la producción de estrógenos, ovulación y mantenimiento de fase lútea
12
.
El consumo de marihuana, cocaína, heroína, cafeína, anfetaminas, LSD, entre otros,
pueden producir daños en óvulos y espermatozoides y, en caso de embarazo, pueden
atravesar la placenta y lesionar severamente al feto 12
.
15
La exposición a radiaciones, metales como el plomo y el cadmio, solventes orgánicos
(industria petroquímica), pesticidas órgano-fosforados y órganoclorados se asocia a
reducción de la fertilidad en mujeres y problemas en el embarazo 12
.
E) Condiciones subclínicas o clínicas
● Endometriosis: es una enfermedad definida como la presencia de tejido
endometrial funcionante fuera de la cavidad uterina. Se puede presentar con
lesiones mínimas en los órganos pélvicos y extensas adherencias que con
frecuencia afectan asas intestinales, vejiga o uréteres 12
.
● SOP: es la causa más frecuente de anovulación, trastornos menstruales e
hiperandrogenismo (ver apartado Sobrepeso y obesidad) 12
.
● Cirugías: Los procedimientos quirúrgicos en cavidad pelviana y abdominal
favorecen la formación de adherencias peritoneales que pueden provocar
dificultades reproductivas a futuro 12
.
● Alteraciones tiroideas: entre ellas el hipotiroidismo subclínico y clínico, y el
hipertiroidismo, principalmente cuando no se hayan debidamente controlados 12
.
● Hiperprolactinemia: La prolactina es una hormona hipofisiaria implicada en
diversas funciones reproductivas, de lactancia y metabólicas. Los elevados
niveles de prolactina séricos constituyen una causa frecuente de galactorrea,
amenorrea e infertilidad 12
.
● Tratamientos terapéuticos que pueden disminuir la fertilidad: radioterapia o
quimioterapia a nivel pelviano.
● Medicación que puede causar infertilidad: antipsicóticos/neurolépticos,
tratamientos hormonales, anabolizantes, finasteride, dutasteride, opiáceos,
medicación gastrointestinal, entre otros 12
.
16
● Enfermedades que pueden afectar la fertilidad: diabetes mellitus, enfermedad
celíaca, enfermedades suprarrenales, hepáticas o renales, infecciones de
transmisión sexual 12
.
● Dificultades en el coito: diversas situaciones pueden generar imposibilidad de
mantener relaciones sexuales con penetración, tales como vaginismo,
dificultades en la erección, eyaculación precoz, entre otras 12
.
● Estrés, ansiedad y otros factores emocionales 9
.
2. Infertilidad femenina, estilo de vida y nutrición
El papel de los factores del estilo de vida en la etiología de la infertilidad ha generado
un creciente interés en las últimas décadas. Varios autores han proporcionado evidencia
de una posible asociación entre los comportamientos de estilo de vida y la infertilidad
tanto en hombres como en mujeres, entre ellos: maternidad tardía, calidad del sueño,
peso corporal, ejercicio, consumo de dietas ricas en grasas, seguimiento de dietas
desequilibradas en energía y nutrientes, consumo de alcohol y cafeína, tabaquismo,
abuso de sustancias o fármacos, ansiedad/depresión, estrés físico y psicológico,
teléfonos celulares y radiación, conductas sexuales de riesgo, entre otros 24-26
.
Respecto al estado nutricional, tal como ha sido mencionado, se ha visto que tanto el
bajo peso o desnutrición como el sobrepeso y obesidad afectan negativamente a la
fertilidad 18, 27. Se sugiere mantener un IMC saludable previo a la concepción de entre
19 y 24 kg/m2 18, 27
.
Ingesta de macronutrientes
La evidencia disponible hasta el momento indica que la selección en cantidad y calidad
de hidratos de carbono puede condicionar la fertilidad tanto en hombres como en
17
mujeres. En este sentido, pareciera que el seguimiento de una dieta rica en alimentos
de carga glucémica baja se relaciona con una mejoría de la fertilidad al influir
positivamente en la ovulación a través de una mejoría en la sensibilidad a la insulina 24,
27. Una alimentación de baja carga glucémica es aquella que mantiene los niveles de
glucemia postprandiales estables, evitando hiperglucemias e hiperinsulinemias
compensatorias. En este tipo de alimentación predominan los cereales integrales, las
frutas y verduras con cáscara, las semillas y las legumbres, entre otros 28
.
En relación a los lípidos dietarios, se ha observado que la ingesta elevada de grasas
trans incrementa la IR, lo que aumenta el riesgo de presentar alteraciones en la
ovulación 29. De forma contraria, el seguimiento de dietas ricas en grasas
monoinsaturadas parece tener un efecto beneficioso en la fertilidad. Asimismo, la
suplementación con omega 3 puede ayudar a reducir la concentración de testosterona
y a mejorar la resistencia a la insulina en mujeres con SOP 19, 20, 29
.
Rol de las vitaminas
Un aporte adecuado de vitaminas es fundamental para la fertilidad. El ácido fólico juega
un papel esencial en la síntesis de ADN y ARN y, por tanto, en la reproducción. Un
estatus inadecuado se ha asociado con un mayor riesgo de presentar alteraciones en la
ovulación, defectos del tubo neural, retraso del crecimiento intrauterino y nacimiento
prematuro 24
.
La vitamina A favorece la síntesis de las hormonas sexuales, protege del daño oxidativo
al óvulo y al espermatozoide y facilita la implantación del óvulo fecundado. Asimismo,
es de gran importancia en el desarrollo de la placenta y en la organogénesis y en la
embriogénesis 24
.
18
La vitamina D está asociada con el mantenimiento de la reserva ovárica, pues favorece
la síntesis de hormona antimulleriana (HAM). En la mujer, su deficiencia está
relacionada con la IR, SOP y miomas uterinos. La suplementación con la vitamina sería
recomendable en los casos de deficiencia severa, particularmente en mujeres con
obesidad 24
.
Las vitaminas C y E son esenciales en la reproducción debido a su función antioxidante,
ya que contrarrestan los efectos del estrés oxidativo sobre los óvulos. Además, la
vitamina E facilita la implantación del óvulo fecundado y ambas son necesarias para el
desarrollo y función de la placenta 24, 29
.
Dentro del complejo de vitaminas B se destacan la vitamina B12 y el Inositol. La vitamina
B12 es necesaria para el desarrollo y la función de la placenta. También se ha observado
que la suplementación con la misma puede ayudar a prevenir los abortos espontáneos.
El Inositol es un agente insulino-sensibilizante que puede encontrarse en sus dos
formas: Myo-Inositol y D-Chiro-Inositol. Actúan aumentando la sensibilidad a la insulina
controlando el metabolismo de la glucosa. En pacientes con SOP, un defecto en la
biodisponibilidad tisular o en el metabolismo del Inositol puede contribuir a la aparición
y mantenimiento de la IR. El Inositol y sus isómeros actuarían aumentando la
sensibilidad a la insulina, mejorando la función ovulatoria y el hiperandrogenismo.
Existen múltiples estudios que evalúan los efectos del Inositol sobre parámetros
metabólicos y hormonales en pacientes con SOP, pero existen muy pocos estudios que
evalúen los resultados reproductivos de las pacientes con SOP y la fertilidad 30, 48, 54, 56,
62
.
Papel de los minerales
19
El aporte adecuado de algunos minerales puede ayudar a mejorar la fertilidad. El hierro
favorece la ovulación, interviene en la implantación del óvulo fecundado y reduce el
riesgo de desarrollar complicaciones al inicio del embarazo. Además, es indispensable
para el crecimiento y el desarrollo del sistema nervioso del feto 29
.
El zinc juega un papel esencial en la fertilidad, pues protege al óvulo del daño oxidativo,
participa en la embriogénesis, en la estructura y en la función placentaria y en el
crecimiento y desarrollo del sistema nervioso del feto 29
.
El selenio es un nutriente esencial para la reproducción, el desarrollo y la función de la
placenta y el crecimiento y el desarrollo del sistema nervioso del feto. Ayuda a reducir
el daño oxidativo de los óvulos 29
.
Por último, dada su participación en la síntesis de hormonas tiroideas, el yodo es
esencial en el mantenimiento de la fertilidad. Es necesario para el desarrollo y la función
placentaria y para el crecimiento y el desarrollo del sistema nervioso del feto. Su
deficiencia se asocia con un mayor riesgo de aborto espontáneo y con malformaciones
congénitas 29
.
20
Antecedentes
21
En los últimos años diferentes autores 27, 29, 31-35 investigaron los efectos de los distintos
aspectos alimentarios-nutricionales que influyen en la fertilidad, tanto masculina como
femenina. Sin embargo, no se han identificado publicaciones de construcción del estado
de conocimiento que estudien los aspectos alimentarios-nutricionales que pueden
mejorar la salud reproductiva en mujeres ya diagnosticadas con infertilidad. A
continuación, se describirán revisiones sistemáticas realizadas en relación a la nutrición,
alimentación y fertilidad.
En primer lugar, en el año 2007 Lim S et al 27 realizaron una revisión sobre los efectos
de la dieta sobre el tratamiento de la infertilidad y los resultados del embarazo.
Concluyeron en la falta de evidencia sobre los efectos de la alimentación en el
tratamiento de la salud reproductiva, tanto femenina como masculina. Si bien hallaron
asociaciones entre la alimentación durante el embarazo y los resultados maternoinfantiles, no encontraron evidencia científica confiable que indique que las
intervenciones dietarias apoyan el tratamiento de la infertilidad 27
.
En relación al peso corporal, en el año 2010 Brewer CJ y Balen AH 31 estudiaron los
efectos adversos de la obesidad en la concepción e implantación. Los autores han visto
que la obesidad, definida como el IMC > 30 kg/m2, perjudica significativamente el
resultado reproductivo tanto en concepción natural como asistida, tiene importantes
consecuencias sobre la salud y sobre el resultado del embarazo posterior. Es probable
que la obesidad ejerza su efecto sobre la concepción y la implantación a través de un
deterioro acumulativo de varios procesos 31. La obesidad afecta negativamente a la
ovulación, la maduración de los ovocitos, el desarrollo endometrial, la receptividad
uterina, la implantación y aumenta las probabilidades de aborto espontáneo. Se ha
observado que la función reproductiva mejora luego de una cirugía de pérdida de peso,
sin embargo, se requieren mayores investigaciones para realizar recomendaciones al
respecto 31
.
22
En el año 2011, se publicó una revisión realizada por Szostak-Wegierek D.32 que estudia
el efecto de los hábitos nutricionales en la fertilidad femenina y masculina. Se ha visto
que tanto el bajo peso como el sobrepeso y obesidad ejercen un impacto negativo en la
fertilidad, al igual que la IR. En relación a la alimentación, se ha visto que evitar el
consumo de ultraprocesados industriales abundantes en grasas trans puede ser eficaz
en la prevención de la infertilidad. Se sostiene evitar deficiencias de vitaminas como B12
y ácido fólico para evitar abortos espontáneos 32
.
Luego, en el año 2016, Fontana R y Della Torre S33 afirmaron que aún no era posible la
identificación de una “dieta de fertilidad” para el tratamiento de la infertilidad femenina.
Las principales causas se basaron en la falta de investigación sobre los mecanismos de
acción de diversos nutrientes implicados en la fertilidad, junto con otras variables como
el estilo de vida, la actividad física y los antecedentes genéticos y culturales. Sin
embargo, concluyeron en que los cambios en la nutrición y en el estilo de vida
constituyen una intervención prometedora e invaluable para preservar la salud y la
fertilidad femenina. Se sugirió ampliar la investigación referente a esta área de estudio
33
.
Gaskins AJ y Chavarro JE34 en el año 2017 realizaron una revisión sistemática sobre la
dieta y la fertilidad tanto masculina como femenina logrando importantes avances. Han
visto que la ingesta de suplementos de ácido fólico se relaciona con numerosos
marcadores de fertilidad femenina, extendiendo sus beneficios más allá de la prevención
de los defectos del tubo neural. Por otro lado, la vitamina D no parece ejercer un papel
importante en la fertilidad humana en ausencia de deficiencia 34. Respecto a la
suplementación con antioxidantes, pareciera que la misma no ofrece ningún beneficio a
las mujeres que se someten a un tratamiento de infertilidad, pero sí parece ser
beneficiosa cuando la suplementa la pareja masculina. Sin embargo, no pudieron
discernir qué antioxidantes específicos ni en qué dosis son responsables de este
beneficio. Luego, respecto a la ingesta de ácidos grasos omega 3, se ha investigado
23
que parece mejorar la fertilidad femenina, aunque aún no está claro si la contaminación
ambiental del pescado, su fuente alimentaria más común, puede disminuir o incluso
contrarrestar este beneficio. Por último, se realizó un primer acercamiento a los
alimentos que parecen mejorar la fertilidad femenina y la calidad del semen en los
hombres, siendo los mismos aquellos que forman parte de una alimentación saludable
tales como pescado, aves, cereales integrales, frutas y verduras 34
.
En el mismo año 2017, los autores Skrzypek M, Wdowiak A y Marzec A 35 realizaron una
investigación con el fin de determinar los supuestos de una dieta de fertilidad. A partir
de estudios observacionales afirmaron que es justificable incluir intervenciones
dietéticas profesionales en la prevención primaria y tratamiento de la infertilidad.
Afirmaron que la reproducción implica un importante gasto energético en las mujeres,
estimado en 78.000 kcal en embarazos con un aumento de peso fetal normal. Con un
sentido evolutivo, las funciones reproductoras se suprimen en mujeres con IMC menor
a 18,5 kg/m2 debido a la falta de reservas energéticas para sostener el curso del
embarazo, entre otros motivos. Asimismo, también existe riesgo de infertilidad en
mujeres con IMC elevado por encima de 25-29 kg/m2. Para lograr el descenso de peso,
no se sugiere la aplicación de dietas de muy bajo valor calórico ya que la cetosis puede
alterar la calidad y el desarrollo de los ovocitos. En mujeres con SOP resulta efectiva la
reducción de peso corporal para alcanzar un IMC normal, lo cual mejora la resistencia a
la insulina asociada a este síndrome y aumenta las posibilidades de ovulación
espontánea. Evitar la IR, hiperglucemias e hiperinsulinemias también resulta beneficioso
para la fertilidad de mujeres sin SOP. Respecto al consumo de ácidos grasos, pareciera
que seguir un patrón de consumo para la prevención de enfermedades
cardiovasculares, es decir una menor ingesta de ácidos grasos saturados y mayor
consumo de ácidos grasos mono y poliinsaturados, beneficia no solo a la salud
cardiovascular sino también a la reproducción. En relación a los alimentos fuentes de
proteínas, se ha visto a partir de estudios observacionales en mujeres sanas que la
24
proteína animal, principalmente la carne roja debido al aporte de ácidos grasos
saturados y hormonas anabólicas, podría asociarse a infertilidad anovulatoria, mientras
que las proteínas vegetales tendrían un efecto protector. En referencia a los
micronutrientes, aquellos relacionados a mejoras de los desórdenes ovulatorios
parecieran ser el ácido fólico y vitamina D (esta última estudiada en modelos animales).
Por último, los autores afirman que considerando las limitaciones metodológicas y
estadísticas de los estudios disponibles no es tarea sencilla determinar una dieta de
fertilidad específica, sin embargo las implicancias de la nutrición en la salud reproductiva
son indiscutibles 35
.
Sobre nutrición y fertilidad, en el año 2018 González Rodríguez LG et al 29 han realizado
una revisión sobre los factores nutricionales que pueden influir en la fertilidad en la mujer
y en el hombre. Hallaron que diversos factores podrían encontrarse asociados con la
infertilidad, tales como el exceso de grasas saturadas, ácidos grasos trans y proteínas
de origen animal. Como factores protectores, se mencionaron la ingesta de hidratos de
carbono complejos, fibra, grasas monoinsaturadas y ácidos grasos omega 3. Asimismo,
destacaron que resulta indispensable el aporte adecuado de ácido fólico, B12, vitaminas
A, D, C y E, calcio, hierro, zinc, selenio y yodo para la prevención de problemas de
infertilidad. Concluyeron nuevamente en que la prevención y el tratamiento de la
fertilidad en la mujer y en el hombre deben contemplar el abordaje nutricional dada su
importancia en la reproducción 29
.
Hasta el momento no es posible contar con evidencia científica sólida para proponer
alguna intervención alimentaria-nutricional para el tratamiento de la infertilidad femenina.
Las revisiones que analizan la temática se encuentran enfocadas en la prevención de la
infertilidad, o en el tratamiento de la infertilidad femenina y masculina en conjunto o
arrojan resultados poco contundentes dada la variedad de factores implicados en la
infertilidad femenina y las diversas causas que puede tener esta patología generando
sesgos y limitaciones.
25
Objetivos
26
Objetivo General
Indagar y analizar los fundamentos teórico-metodológicos de los documentos científicos
que involucren distintos aspectos alimentarios para la mejora de la salud reproductiva
en mujeres diagnosticadas con infertilidad, desde el año 1993 hasta la actualidad.
Objetivos Específicos
1. Identificar en los artículos científicos analizados el abordaje conceptual y
fundamentos teóricos de la infertilidad y su relación con la alimentación.
2. Identificar los aspectos metodológicos de los artículos científicos relevados.
3. Describir los principales resultados y limitaciones de cada investigación científica
relevada y analizada.
4. Describir las recomendaciones alimentarias que sugieren aplicar las Guías
Oficiales de salud reproductiva.
27
Materiales y métodos
28
Características del universo de estudio
El universo de estudio está compuesto por artículos científicos publicados en bases de
datos digitales entre el año 1993 y 2023 que hayan indagado aspectos
alimentarios/nutricionales para la mejora de la salud reproductiva en mujeres
diagnosticadas con infertilidad, así como por las Guías Oficiales de Fertilidad o Salud
Reproductiva publicadas en los países que conforman América del Sur que brinden
recomendaciones nutricionales/alimentarias.
Diseño metodológico
Se realizó una construcción del estado de conocimiento de artículos científicos
publicados en bases de datos digitales cuyo criterio de inclusión fue el tratamiento
basado en aspectos alimentarios/nutricionales en mujeres diagnosticadas con
infertilidad para la mejora de la salud reproductiva. El período de revisión de las bases
de datos abarca desde el año 1993 hasta la actualidad ya que es a partir del año
mencionado en que inician las investigaciones de la temática en estudio.
Quedaron excluidas aquellas publicaciones sin acceso al texto completo, así como
aquellas publicaciones que se encuentran en idiomas diferentes al español, inglés y
portugués. Además, se excluyeron los estudios que investigan estrategias
convencionales de descenso de peso en mujeres con sobrepeso u obesidad, puesto
que ya se ha comprobado su eficacia en la mejora de la fertilidad.
La búsqueda se realizó en las siguientes bases de datos: Redalyc, Scielo, Pubmed,
Imbiomed y Cochrane. Se escogieron estas bases de datos por ser las más actualizadas
en biomedicina y medicina. El acceso a Redalyc, Scielo e Inbiomed es totalmente
gratuito y no requiere inscripción. En el caso de Pubmed y Cochrane, la búsqueda es
29
gratuita, así como el acceso a algunos textos de manera completa, según las
restricciones de cada editorial. A diferencia de otras bases de datos que requieren
suscripción paga.
Para la búsqueda se utilizaron las siguientes palabras clave:
En español: infertilidad femenina, alimentación, nutrición, dieta
En inglés: female infertility, nutrition, diet
En portugués: infertilidade feminina, alimentação, nutrição, dieta
Utilizando como operador lógico del sistema booleano “AND” y “OR”.
De manera adicional, se realizó una búsqueda complementaria en las referencias
bibliográficas de los artículos seleccionados, a fin de identificar referencias bibliográficas
de posibles publicaciones pertinentes al estudio y se los integró a la muestra si
cumplieron con los criterios de inclusión detallados anteriormente.
Para la conformación del segundo corpus documental, se indagaron en el buscador
Google las Guías Oficiales de Fertilidad o Salud Reproductiva publicadas en los países
que conforman América del Sur. Formaron parte del corpus aquellas publicaciones que
mencionaron estrategias alimentarias/nutricionales para el tratamiento de la infertilidad.
Elementos de la matriz de datos
Primer corpus documental
UA: La unidad de análisis está formada por los artículos científicos publicados que
cumplieron con los criterios de inclusión.
30
Variables: Una vez seleccionados los artículos a analizar (búsqueda, selección) y
constituido el corpus, se analizaron las siguientes variables para cada unidad de
análisis:
– Aspecto alimentario-nutricional evaluado.
– Fundamentos teóricos de cada aspecto alimentario-nutricional
– Aspectos metodológicos:
● Diseño de estudio.
● Características de la población (tamaño de la muestra, lugar de residencia, edad
e IMC de las participantes, número de ciclos de reproducción asistida recibidos)
● Instrumento de recolección de datos.
● Instrumento de diagnóstico y evaluación de la infertilidad.
● Estrategia realizada o recomendada.
● Objetivo de estudio.
● Tiempo de intervención.
– Principales resultados obtenidos.
– Principales limitaciones expresadas por los autores.
Segundo corpus documental
UA: Guías Oficiales de Fertilidad o Salud Reproductiva publicadas en los países que
conforman América del Sur que mencionan estrategias alimentarias/nutricionales para
el tratamiento de la infertilidad.
Variables: Una vez seleccionadas las guías a analizar (búsqueda, selección) y
constituido el corpus, se realizó la lectura y síntesis de las recomendaciones
alimentarias/nutricionales brindadas como parte del tratamiento de infertilidad.
Procesamiento y análisis de la información
31
El procesamiento de la información se realizó utilizando el programa Microsoft Excel
2010. Posteriormente se construyó una matriz bibliográfica en la que se colocaron todos
los artículos científicos incluidos en el corpus documental, para su orden y posterior
análisis, tomando como referencia el modelo de matriz de datos. En dicho análisis se
procedió a interpretar los resultados de forma cuali-cuantitativa según las variables
descritas, a través de su lectura y categorización.
Una vez obtenidas las diferentes categorías y sus valores correspondientes, se
elaboraron tablas y gráficos para las variables cuantitativas para obtener una mejor
interpretación y lectura. Para las variables cualitativas se requirió un análisis más
profundo y crítico, realizando una síntesis de los textos y párrafos seleccionados.
32
Figura N°1: Diagrama del proceso de selección de las referencias bibliográficas que
conforman el corpus de investigación.
Resultados
De los 28 artículos científicos analizados 36-63, el 32,14% (n=9) fue publicado entre los
años 1993-2013, y el 67,86% (n=19) fue publicado entre los años 2014-2021 tal como
se observa en el gráfico N°1.
Gráfico N°1: Año de publicación de las investigaciones relevadas.
Respecto al abordaje teórico de la infertilidad, en los trabajos se definió a la misma como
la incapacidad para concebir el embarazo durante 12 meses de relaciones sexuales sin
protección. Algunos trabajos incluso la definieron como la incapacidad de concebir
embarazo durante 24 o 36 meses 39,52. En dos trabajos se definió a la infertilidad como
la no concepción de embarazo durante al menos 6 meses de relaciones sin protección,
cuando la muestra estuvo formada por mujeres con edad promedio mayor a 35 años
36,47
.
En tabla N°1 se observan las características de las muestras de las investigaciones
acerca de los distintos aspectos alimentarios-nutricionales dirigidos a mujeres con
infertilidad, país donde fue realizada la investigación y tipo de diseño metodológico en
cada caso.
41
Tabla Nº1: Tamaño muestral, país donde fue desarrollada la investigación y diseño
metodológico de acuerdo a los trabajos científicos analizados.
Del total de artículos evaluados, el 53,57% (n=15) correspondió a estudios
observacionales que no han realizado intervenciones alimentarias 38-42, 45-47, 49-53, 58, 59 y
el 46,43% (n=13) restante correspondió a estudios de intervención (Tabla N°1). Del total
de estudios de intervención, en el 84,62% la intervención alimentaria tuvo una duración
42
de entre 1 y 3 meses 36, 37, 43, 44, 54, 55, 57, 60-63 (n=11) y en el 15,38% la duración fue de entre
4 y 6 meses 48, 56
.
En relación con la técnica de muestreo empleada, en el 100% de los estudios el
muestreo fue por conveniencia (no probabilístico) 36-63
.
En cuanto a los instrumentos de recolección de datos, en los trabajos analizados
encontramos la utilización de los siguientes:
Para el diagnóstico y evaluación de la infertilidad:
– Tiempo en búsqueda de embarazo sin protección 36-63
.
– Laboratorio de sangre: medición de hormonas (progesterona, estradiol,
testosterona, prolactina, anti-mulleriana), marcadores metabólicos (glucemia,
insulina, HOMA-IR), vitaminas (B9, B12, C, D, E), minerales (zinc, magnesio,
cobre, selenio), L-arginina, L-citrulina, óxido nítrico, hCG 36, 37, 39-42, 44, 45, 47-52, 55-57,
60, 61, 63
.
– Duración en días del ciclo menstrual 36, 56
.
– Medición de la temperatura basal 36, 49
.
– Ecografía Doppler transvaginal: seguimiento de la ovulación, grosor endometrial,
tamaño de los ovarios, conteo de folículos antrales 37, 39-42, 44, 45, 47, 52, 56, 59-61, 63
.
– Estudio de la morfología de los embriones con microscopio y cámara (Guías
ESHRE) 38-42, 44, 51, 52, 54, 55, 59, 60, 62
.
– Análisis de la composición del líquido folicular 37, 62
.
Para la recolección de datos sobre ingesta alimentaria:
– Entrevista dirigida 43, 48-50, 55, 58, 60, 61
.
– Cuestionario de frecuencia de consumo 38-42, 45-47, 50-53, 59
.
– Muestras de cabello (evaluación del contenido de metilmercurio) 53
.
43
Para el análisis de los aspectos alimentarios-nutricionales implementados, se decidió
agruparlos en función del mecanismo principal de acción subyacente. De este modo se
encontró que la cantidad de estudios que analizaron los diferentes aspectos fue similar.
Aquellos más estudiados fueron la intervención en las rutas metabólicas de los ácidos
grasos, hidratos de carbono y proteínas, y la modificación de la IR con suplementos de
mio-inositol.
Tabla Nº2: Aspectos alimentarios-nutricionales según mecanismo de acción evaluados
en mujeres con infertilidad.
A continuación, se detallan los fundamentos teóricos de cada aspecto alimentarionutricional según mecanismo de acción, expresados en los documentos científicos
analizados:
Intervención en las rutas metabólicas de los macronutrientes: La ingesta de
nutrientes influye en la composición del líquido folicular, y ello influye en la calidad
ovocitaria que afectará a la fertilidad femenina. Respecto a los ácidos grasos,
Jahangirifar M et al 41 y Kazemi A et al 59 afirman que el ácido linoleico de la serie omega6 en cantidades adecuadas mejora la competencia ovocitaria, el ácido oleico de la serie
omega-9 podría contribuir al normal desarrollo ovocitario y embrionario, y los ácidos
grasos DHA y EPA (omega-3) ejercen un efecto antiinflamatorio al ser precursores de
prostaglandinas y contribuyen a mejoras en la implantación 41, 59
.
En cuanto a los hidratos de carbono, el estudio de Noli SA et al 40 sostiene que la baja
carga glucémica de la dieta se asocia a mejoras de la IR de mujeres infértiles con SOP
y a la consecuente inducción natural de la ovulación.
Respecto al valor calórico de la dieta, Tsagareli V et al 43 estudiaron que tanto la
insuficiencia como el exceso de kilocalorías ingeridas altera la fertilidad, al suprimir el
eje hipotálamo-hipófisis-gónadas. Las kisspeptinas son péptidos neuroactivos liberados
por el hipotálamo que cumplen un importante rol en la maduración sexual y ciclo
menstrual femenino, y son altamente sensibles a los cambios en la ingesta energética.
Una brusca reducción de la energía total ingerida podría suprimir las kisspeptinas,
pausando de esta manera la ovulación 43
.
Los autores Jahangirifar M et al 42 sostienen que los patrones de alimentación altos en
sustancias oxidantes tales como carnes procesadas, aceites sometidos a cocción,
harinas refinadas y azúcares simples, y elevados en kilocalorías, producen una cantidad
45
elevada de metabolitos que pueden alterar el equilibrio antioxidante y antiinflamatorio
del organismo, alterando la fisiología reproductiva y la fertilidad.
El patrón alimentario más estudiado en relación con la fertilidad fue la dieta mediterránea
42, 52, caracterizada por una elevada ingesta de cereales, legumbres, frutas, frutos secos,
vegetales y aceite de oliva, una baja ingesta de lácteos, carne roja, grasas saturadas, y
un consumo moderado de alcohol. Según el estudio de Sun H et al 52, la dieta
mediterránea podría aumentar las concentraciones en sangre y en líquido folicular de
folato y vitamina B6, y ello podría aumentar el número de ovocitos y embriones al regular
positivamente el factor promotor de la maduración (MPF), o bien facilitando la metilación
en el ADN de ovocitos y embriones. El elevado consumo de antioxidantes característico
de la dieta mediterránea podría contribuir a la mejora de la calidad embrionaria, al
disminuir el daño oxidativo folicular 52
.
Modificación de la IR: El inositol es un compuesto químico presente en bajas
cantidades en alimentos como frutas, nueces, granos enteros, levadura de cerveza o
legumbres. El isómero asociado a la mejora de la IR es el mioinositol. Los estudios
analizados afirman que, utilizado como suplemento, ejerce un efecto antioxidante e
insulino-sensibilizador ya que desempeña un papel en la activación de varias enzimas
implicadas en el metabolismo de la glucosa, y contribuye a la captación de glucosa al
activar el canal GLUT4 asociado a la membrana plasmática 48, 54, 56, 62
. La IR se ve
presente en el 80% de las mujeres con SOP, siendo el uso de mioinositol una posible
estrategia nutricional para la mejora de esta condición. Según los autores, el mioinositol
podría mejorar el hiperandrogenismo característico de las mujeres con SOP, la calidad
ovocitaria, la maduración ovocitaria y el crecimiento celular. Han demostrado que los
folículos que contienen ovocitos de buena calidad tienen una mayor concentración de
mioinositol en el líquido folicular 54, 56, 62
.
46
Modificación en la expresión de los genes: Los estudios de Abedi S et al 44 y Fatemi
F et al 60 sostienen que la vitamina D es una prohormona antioxidante y antiinflamatoria
que funciona como mensajero intracelular combinándose con receptores nucleares y
modificando la expresión de varios genes. Contribuye a la implantación embrionaria y a
la síntesis de hormonas sexuales, entre ellos los estrógenos que ayudarán al
mantenimiento del grosor endometrial. La presencia de receptores de vitamina D en
diversos tejidos, incluido receptores en el eje reproductor femenino, sugiere que la
vitamina D podría ser un importante regulador de la fertilidad. Se encuentran receptores
de vitamina D en las células endometriales, células de la granulosa, trompas de Falopio
y en células del ovario 44, 60. Los estudios que tomaron como aspecto en estudio el etanol,
otra sustancia potencialmente modificadora de los genes, afirman que el alcohol afecta
negativamente el sistema hormonal femenino causando genotoxicidad,
hiperestrogenismo que puede derivar en endometriosis, supresión de la foliculogénesis,
oligo o anovulación y disfunción de la fase lútea. El etanol se asocia a una producción
defectuosa de embriones 38, 45, 49. Respecto al mercurio, se desconoce el mecanismo
exacto por el cual esta toxina podría afectar la salud reproductiva. Choy CM et al 50 y
Hsi HC et al 53 sostienen que el mercurio podría inducir lesiones citotóxicas en el material
genético de los ovarios, conduciendo a una mala calidad de los ovocitos. El mercurio
suele bioacumularse en los productos de mar, principalmente en pescados de gran
tamaño, constituyendo una fuente importante de exposición a este metal 50, 53
. Por
último, el efecto genotóxico de los pesticidas, según el estudio de Chiu YH et al 39, induce
a la apoptosis de los blastómeros y a la supresión de la proliferación celular,
disminuyendo la fertilidad. Los pesticidas de frutas y verduras se han asociado a
detrimentos en los resultados reproductivos debido a infertilidad inexplicable, aborto
espontáneo, malformaciones placentarias y/o anormalidades fetales 39
.
Participación en la homeostasis Redox: Los minerales (zinc, cobre, selenio,
magnesio, molibdeno) 36, 55, 57, vitaminas (C, B9, B12, E) 46, 63, inositol 36, betacaroteno 46
,
47
flavonoides 36, catequinas del té verde 36, n-acetil-cisteína (NAC) 36 y omega-3 61 influyen
en la producción y mantenimiento de nuevas células, participando en diversos procesos
de oxidación-reducción para mejorar la funcionalidad del aparato reproductor femenino,
el mantenimiento del grosor endometrial, la formación del cuerpo lúteo, calidad y
maduración ovocitaria, la interacción esperma-ovocito, la implantación, la placentación,
el desarrollo y crecimiento fetal. Se ha visto que la ingesta de antioxidantes dietarios
disminuye las especies reactivas de oxígeno presentes en el líquido folicular 36, 55, 57, 63
,
contribuyendo de esta manera a la mejora de la fisiología ovárica. Según los autores,
una elevada actividad oxidativa podría alterar los resultados de las tecnologías de
reproducción asistida al alterar la ovulación, la esteroidogénesis ovárica, la maduración
ovocitaria, la producción de progesterona y la luteólisis. Por otra parte, Westphal LM et
al 36 sostienen que el chasteberry o vitex agnus castus ejerce un efecto antiinflamatorio
y puede mejorar la fertilidad femenina debido a su efecto sobre la reducción de los
niveles de prolactina, especialmente en mujeres con fases lúteas acortadas.
Modificación de la vascularización: Battaglia C et al 37 afirman que la L-Arginina es
precursora del óxido nítrico, el cual actúa como vasodilatador en diversos procesos
biológicos. El óxido nítrico podría estar involucrado en la modulación vasodilatadora de
la fisiología ovárica, influyendo de esta manera en la maduración folicular, proceso
periovulatorio y en la permeabilidad del epitelio folicular a las proteínas del plasma 37
.
Por otro lado, el estudio de Grodstein F et al 58 comenta que la cafeína actúa como
vasoconstrictor, y se difunde hacia los diferentes tejidos. Debido a que las trompas de
Falopio son altamente vascularizadas, se hipotetiza que la cafeína podría producir
cambios en el funcionamiento y contractilidad de las trompas, y asociarse a la infertilidad
tubárica 58
.
A continuación se detallan los resultados de los distintos aspectos alimentarios
estudiados sobre la fertilidad femenina según las categorías de análisis establecidas.
48
Intervención en la ruta metabólica de los macronutrientes: En cuanto a los trabajos
científicos que analizaron el efecto de alimentos, patrones de alimentación o
macronutrientes sobre la fertilidad femenina, se presentaron diferentes resultados según
el aspecto evaluado. El estudio de Noli SA et al 40 no halló asociación respecto al
consumo de hidratos de carbono, carga glucémica, índice glucémico, fibra dietaria ni la
ingesta de alimentos ricos en hidratos de carbono simples en los resultados
reproductivos de fertilización in vitro.
En cuanto a los estudios que analizaron la ingesta de ácidos grasos, Jahangirifar M et
al 41 y Kazemi A et al 59 hallaron que el consumo de diferentes cantidades y tipos de
ácidos grasos afecta el resultado de las tecnologías de reproducción asistida de
diferentes maneras, aunque se requieren mayores investigaciones. En este sentido,
niveles elevados de consumo de grasas tendieron a aumentar el número de ovocitos
recuperados pero a disminuir la calidad embrionaria 41. Dentro de los alimentos fuente
de grasas, el aceite vegetal, salchicha y jamón de pavo podrían afectar a los resultados
de reproducción asistida 59
.
En cuanto al estudio de Nassan FL et al 51 que analizó el efecto de los alimentos fuente
de proteínas en la fertilidad, se halló que el consumo de pescado se asocia a mayor
probabilidad de lograr un embarazo saludable, no así el aceite de pescado.
Respecto a los patrones alimentarios, Jahangirifar M et al 42 hallaron que una mayor
adherencia al patrón saludable se asoció a mayor cantidad y calidad de ovocitos
(alimentación rica en frutas, hortalizas, granos enteros, pescado, agua); y un patrón no
saludable se asoció a menor probabilidad de embarazo. En la investigación realizada
por Sun H et al 52, las mujeres con mayor adherencia a la dieta mediterránea tuvieron
mejor desarrollo embrionario, debido a una mejor respuesta ovárica y mejor calidad
ovocitaria. Por último, el estudio del efecto de una dieta de muy bajo valor calórico de
Tsagareli V et al 43 brindó resultados insatisfactorios de fertilización in vitro.
49
Modificación de la insulino-resistencia: Los estudios que evaluaron la
suplementación con mioinositol evidenciaron mejoras principalmente en la ovulación, en
el número de ovocitos totales y de meiosis II (de calidad superior) y en la tasa de
embarazo 48, 54, 56, 62. Se han visto mejoras significativas en la IR y el peso corporal 54, 62
.
Prabhakar P et al 48 afirmaron que el mioinositol resultó ser un suplemento bien tolerado
gastrointestinalmente. Grodstein F et al 56 añaden que al ser combinado con citrato de
clomifeno se mejora aún más la inducción de la ovulación y las tasas de embarazo.
Modificación en la expresión de los genes: Los estudios de Abedi S et al 44 y Fatemi
F et al 60 que involucraron una suplementación de vitamina D presentaron mejoras en la
calidad del endometrio y en la tasa de embarazo en mujeres con deficiencia de esta
vitamina.
En relación al consumo de alcohol, el etanol se asoció a menor cantidad y calidad de
embriones recuperados en FIV, menor probabilidad de embarazo y mayor riesgo de
aborto espontáneo en los estudios de Wdowiak A et al 38, Klonoff-Cohen H et al 45
,
Grodstein F et al 49. La modificación en los hábitos de consumo de alcohol mejoró la tasa
de éxito del tratamiento de reproducción 38, 45, 49
.
Respecto a los pesticidas, en la investigación de Chiu YH et al 39 un elevado consumo
de estos compuestos se asoció a baja probabilidad de embarazo y nacido vivo.
En cuanto al metilmercurio, Choy CM et al 50 y Hsi HC et al 53 hallaron que este metal se
encuentra en mayores cantidades en mujeres infértiles, y se correlaciona con la
exposición diaria a metilmercurio.
Participación en la homeostasis Redox: Los trabajos que evaluaron la
suplementación nutricional con multiminerales, multivitaminas y otros compuestos con
propiedades antioxidantes obtuvieron mejoras en la duración del ciclo menstrual y en la
tasa de embarazo, principalmente en mujeres de mayor edad 36, 46, 55, 57. Sin embargo,
en el trabajo de Murto T et al 47 no se evidenciaron los resultados mencionados.
50
En el estudio de Tabark AA et al 61, la suplementación con omega-3 mejoró el número y
calidad de ovocitos recuperados en FIV, la tasa de fertilización y la tasa de embarazo.
Por último, en el trabajo de Cicek N et al 63 la administración de suplementos de vitamina
E mejoró la respuesta endometrial aunque no se vieron asociaciones con la tasa de
implantación y tasa de embarazo.
Modificación de la vascularización: El estudio de Battaglia C et al 37 que analizó
aspectos alimentarios vinculados a la modificación de la vascularización halló que la
suplementación con L-arginina mejora el tamaño y número de ovocitos y embriones
transferidos, la receptividad endometrial y la tasa de embarazo.
Respecto al consumo de cafeína, en el trabajo de Grodstein F et al 58 un consumo
elevado se asoció a un aumento significativo de riesgo de infertilidad por endometriosis
o enfermedad tubárica.
Para finalizar, las principales limitaciones referidas por los autores de los trabajos
científicos relevados apuntan a:
– Instrumento de recolección de datos: el 35,71% de los estudios 38, 39, 40, 41, 45, 46, 47,
51, 52, 58 (n=10) expresó como limitación los errores en el completado de los
cuestionarios de frecuencia de consumo de alimentos y suplementos, ya sea por
no recordar el consumo previo o por causas intencionales. Por otra parte, el
10,71% de los trabajos 40, 46, 47 detalló como obstáculo no haber considerado
todos los alimentos y suplementos en los ítems del cuestionario de ingesta.
– Pobre control de factores de confusión: el 32,14% de los estudios 40-42, 46, 51, 56, 58,
59, 61 (n=9) manifestó como limitación la dificultad en el control de factores de
confusión, tales como el factor masculino, el nivel de actividad física de la mujer,
las kilocalorías ingeridas diarias o la edad, que interfieren en el resultado
reproductivo de la pareja.
51
– Características de la población de estudio: en la mayoría de los trabajos
analizados, la población de análisis se trató de mujeres de clase media y raza
blanca que concurren a clínicas de salud reproductiva. En este sentido, el
28,57% de los trabajos 39, 40, 45, 46, 50, 57, 58, 61 (n=8) presentó como limitación el
tratamiento en curso que ya llevaban las mujeres y los cambios alimentarios que
habían realizado, previo a iniciar el estudio. La ingesta alimentaria y el estado de
salud de estas mujeres con infertilidad puede no ser representativo de la
totalidad de mujeres infértiles.
– Tamaño de muestra reducido: el 14,29% de los estudios expresó como limitación
su tamaño muestral (menos de 100 participantes), lo cual afecta la capacidad de
los estudios de encontrar resultados estadísticamente significativos 43, 48, 54, 62
.
– Intervención alimentaria-nutricional: algunos estudios de suplementación
enunciaron como limitación que las dosis empleadas en su estudio podrían
haberse aumentado para obtener mejores resultados 43, 54, 60
.
– Baja adherencia o abandono: el 7,14% de las producciones analizadas 43, 60
presentó como limitación una baja adherencia al tratamiento propuesto o
abandono del estudio.
Respecto a las Guías Oficiales de Fertilidad de los países que conforman América del
Sur, se ha observado que las regiones que cuentan con estos documentos son
Argentina 64, Chile 65 y Colombia 66. En cuanto a recomendaciones alimentarionutricionales, en los tres casos se hace referencia a la mantención de un peso saludable,
y se sugiere explicar a la paciente el impacto negativo que tiene la obesidad respecto a
la fertilidad y embarazo; al igual que el bajo peso debido al porcentaje disminuido de
tejido adiposo que puede asociarse a la anovulación. Las Guías Oficiales de Argentina
y Colombia amplían aún más las recomendaciones, detallando la eliminación o
reducción del consumo de alcohol y cafeína (a no más de 200 mg por día), sugieren la
realización de ejercicio físico frecuente y fomentan una nutrición equilibrada y saludable
52
64, 66
. La Guía Argentina además sugiere, en pacientes con SOP, intensificar las
modificaciones de estilo de vida, fundamentalmente vinculado a una dieta saludable y a
la realización de ejercicio físico para la mejora de la IR 64. Por último, la Guía de
Colombia añade como factores de riesgo de infertilidad asociados a la nutrición los
siguientes: presencia de trastornos alimenticios, ingesta prolongada de suplementos
dietéticos, ingesta de dosis elevada de vitamina A, deficiencia de vitamina D, deficiencia
de calcio, deficiencia de ácidos grasos esenciales y deficiencia de iodo. En caso de
detectar los factores de riesgo mencionados, se sugiere realizar la derivación profesional
correspondiente 66
.
Discusión
A partir del análisis realizado en la presente revisión de la literatura científica, se pudo
proporcionar una dimensión global de los aspectos alimentario-nutricionales evaluados
en mujeres diagnosticadas con infertilidad para la mejora de la salud reproductiva.
Además, se obtuvieron datos acerca de los diseños metodológicos de cada artículo
científico, los principales resultados obtenidos y las limitaciones a las que llegaron los
autores en cada caso. Si bien se torna difícil llegar a una conclusión uniforme debido a
la heterogeneidad de los aspectos alimentarios encontrados en los estudios, en la
mayoría de los trabajos se pone en evidencia que se necesitan más investigaciones con
diseños metodológicos apropiados, con instrumentos de recolección de datos
confiables, con mayor tamaño de muestra y tiempo de intervención 36-63. Por otra parte,
se han recabado tres Guías Oficiales de Fertilidad 64-66 publicadas por países de América
del Sur, a fin de evaluar las recomendaciones alimentario-nutricionales otorgadas a los
profesionales de la salud para el tratamiento de pacientes con infertilidad. Si bien las
recomendaciones alimentario-nutricionales de las Guías son escuetas, se consideran
un avance en el área y se motiva al resto de países a visibilizar la problemática de
infertilidad y tomar acciones al respecto.
Teniendo en cuenta el análisis realizado, se ha identificado que cada vez son más los
estudios que se realizan en la temática, debido al reconocimiento de este padecimiento
como problema de salud pública y a la necesidad de ampliar los conocimientos en el
área para conseguir tratamientos efectivos en las mujeres y parejas consultantes.
Actualmente los tratamientos convencionales de infertilidad se caracterizan por ser
costosos, poco accesibles, no se puede asegurar su efectividad y suelen asociarse a un
alto peso emocional en la vida de las parejas, sumado a los posibles efectos adversos
que pueden presentar 6, 9. De ello se desprende la necesidad de ampliar las posibilidades
de tratamiento, sumando terapias de sencilla aplicación, no invasivas y libres de efectos
secundarios como son la alimentación y las modificaciones en el estilo de vida.
55
Respecto al trabajo realizado, se sugiere plantear la infertilidad femenina como una
patología con un posible componente nutricional-alimentario. Se ha visto a partir de los
trabajos relevados 36-63 que las modificaciones alimentarias-nutricionales pueden ayudar
a las mujeres con diagnóstico de infertilidad a mejorar los marcadores de salud
reproductiva o incluso a conseguir un embarazo normal y saludable, en conjunto con el
tratamiento médico propuesto. Sin embargo, debe considerarse que las estrategias
alimentarias-nutricionales constituyen solo una pequeña parte del complejo fenómeno
de la salud reproductiva. La fertilidad se encuentra afectada por numerosas variables
tales como la edad, la medicación habitual, los hábitos de vida, el tabaquismo, el
consumo de tóxicos y drogas, los antecedentes médicos, el nivel de estrés, el estado
nutricional, entre otras 11-15. El tratamiento alimentario-nutricional en el área de fertilidad
constituye una pequeña parte dentro de la complejidad de su abordaje médico.
Se ha comprobado que las problemáticas tanto por exceso como por déficit de peso
influyen negativamente en la fertilidad femenina, motivo por el cual se impulsa a los
profesionales que trabajan en la salud reproductiva a darle mayor peso a esta relación
y a derivar al área de nutrición cuando sea necesario. Asimismo, se motiva a los
Licenciados/as en Nutrición a investigar en el área temática y así poder ayudar a las
mujeres que consultan por infertilidad.
En relación con la epidemiología de la infertilidad femenina, se ha visto que la
prevalencia aumentó en la última década 1, 67. Esto se debe en parte a que las mujeres
consultan cada vez más en búsqueda de un tratamiento adecuado y ello permite el
diagnóstico oportuno. El número de centros de salud destinados a la salud reproductiva
se ha incrementado, principalmente en los países desarrollados. Por otro lado, se cree
que el porcentaje de mujeres infértiles se encuentra en aumento debido al detrimento
en la salud general, al incremento de sobrepeso, obesidad y enfermedades crónicas no
transmisibles, y a los malos hábitos alimentarios (consumo de alcohol, tóxicos, baja
56
ingesta de alimentos con antioxidantes, elevado consumo de ultraprocesados, entre
otros) 24, 26, 27, 29
.
Estas condiciones conducen a alteraciones en el eje reproductivo y, paradójicamente,
el tratamiento en la mayoría de los casos y según se indica en las guías oficiales de
fertilidad 64-66, 68-70
, es casi en su totalidad farmacológico y/o involucra el empleo de
tecnologías de reproducción asistida; dejando de lado la importancia de las
intervenciones a nivel del estilo de vida, y particularmente dejando de lado los cambios
alimentario-nutricionales.
En referencia a las limitaciones de la presente construcción del estado de conocimiento,
resulta complejo el análisis de la relación entre los diferentes aspectos alimentarionutricionales y la fertilidad de manera aislada, dada la cantidad de factores que
intervienen en la patología. En este sentido, el 32,14% de los estudios analizados
puntualizan asimismo esta problemática como limitación en el estudio.
Se propone continuar las investigaciones respecto al tratamiento nutricional de la
infertilidad femenina, con el objetivo de profundizar en la amplia variedad de
modificaciones alimentarias-nutricionales y brindar tratamientos más completos, con
mayor efectividad y menores efectos secundarios.
Conclusión
La infertilidad femenina es un problema creciente dentro del campo de la salud, aún con
un amplio terreno a investigar. En este sentido, se fue construyendo en los últimos años
una compleja red de tratamientos que se centran en el abordaje farmacológico y en los
tratamientos de reproducción asistida, dejando en un pequeño lugar las modificaciones
en los hábitos de vida. Dentro del tratamiento nutricional-alimentario algunos autores
proponen una serie de terapias alimentarias-nutricionales con el fin de mejorar la salud
reproductiva de las mujeres infértiles.
Es preciso remarcar que la evidencia científica relevada no es suficiente para proponer
un tratamiento alimentario-nutricional como tratamiento referencial en la vida de estas
mujeres, aunque se considera que contribuye al cuerpo de investigaciones actuales
sobre la temática, y se destaca la necesidad de profundizar en el estudio de la infertilidad
femenina.
En referencia a los diferentes aspectos alimentarios evaluados y su relación con la
infertilidad femenina, se concluye en que la mejora de los hábitos alimentariosnutricionales a nivel general, logrando una alimentación sana, variada y completa como
se indica en las Guías Alimentarias para la Población Argentina (GAPA) 71, logra
potenciar los aspectos alimentarios asociados a la fertilidad y disminuir aquellos
aspectos que la empeoran. Es decir, aquella alimentación que parece optimizar la
fertilidad, así como muchos otros aspectos de salud, es una alimentación saludable. Por
tal motivo, se propone ampliar las acciones del Estado en materia de educación
alimentaria nutricional para lograr que la población mejore sus hábitos y disminuya la
prevalencia de enfermedades con componente nutricional-alimentario. Se propone
continuar con educación alimentaria nutricional tanto en los espacios de salud como a
nivel individual, comunitario y de políticas públicas.
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Resulta interesante señalar la importancia del Profesional de Nutrición en el tratamiento
interdisciplinario abordado en mujeres infértiles. La amplia variedad de posibles
modificaciones alimentarias-nutricionales comprende la necesidad como profesionales
de salud de interiorizarnos en las mismas. La presente construcción del estado de
conocimiento aporta información actualizada sobre dicha problemática, dando
herramientas y evidencia científica apropiada.
Finalmente, se motiva a las universidades a interiorizar a los futuros egresados en la
temática, ya sea desde talleres o agregados en los planes de estudio de la carrera.
Asimismo, se motiva a incorporar el rol del Licenciado/a en Nutrición en el
reconocimiento y abordaje de estas problemáticas multifactoriales, en conjunto con la
conformación de equipos de salud interdisciplinarios que acompañen el proceso de las
mujeres consultantes.
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Referencias bib